Hay días en que me siento feliz como nunca, son esos días en que una palabra o lo alegra o lo arruina todo, eso días cuando estas vos, cuando estoy yo y lo demás no importa.
Los días transcurren felizmente como si nunca nada hubiera pasado, quisiera vivir por momentos así, bebiendo un poco de mi propio engaño.
Pero estan los días fríos también, en los que los recuerdos se apoderan de mi mente, dejandome vacía, donde la soledad se convierte en mi gran amiga, y las lágrimas el mejor veneno.
No puedo vivir en el intermedio, el intermedio es cobarde. O bien o mal, como quién diría, así me acostumbre yo, por tantas historias acorraladas en un cajón, que me hicieron aprender a enfrentar los momentos y no dejar huirlos, aunque cueste y por momentos sea más fácil pensar en abandonarlos, en dejarlos escapar, sin saber lo bueno o lo malo que me estoy perdiendo, las oportunidades no hay que dejarlas escapar.
 
 
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