
Con sus sueños peregrinos de inscribirse al carnaval ese sueño que comienza cuando empieza a terminar. Sabe cuantos sueños rotos caben en cajas de cartón?.. Y si le escribo alguna carta a la utopía y de remitente mi nombre y dirección, sería como escribirle a la melancolía y entregarme a la resignación.
 
 
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