Pero creo que sos vos y estás casi igual, tan hermosa como entonces, quizás más.
Sigues pareciendo la chica más triste de la ciudad.
Cuánto tiempo ha pasado desde los primeros errores, del interrogante en tu mirada. La ciudad gritaba y maldecía nuestros nombres, jóvenes promesas, no, no teníamos nada.
Dejando en los portales los ecos de tus susurros, buscando cualquier rincón sin luz.  "Agárrate de mi mano, que tengo miedo del futuro", y detrás de cada huida estabas vos, estabas vos.
En las noches vacías en que regreso sol y malherido, todavía me arrepiento de haberte arrojado tan lejos de mi cuerpo.
A ahora que te encuentro, veo que aún arde la llama que encendiste. Nunca, nunca es tarde para nacer de nuevo, para amarte.
Debo decirte algo antes de que te bajes de este sucio vagón y quede muerto, mirarte a los ojos, y tal vez recordarte, que antes de rendirnos fuimos eternos. 
 
 
1 comentario:
La unica palabra que me viene a la mente es, MARAVILLOSO, excelente pensamiento.
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