TODOS TENEMOS UNA HISTORIA QUE CONTAR, nuestra vida está teñida de experiencias, éxitos y fracasos, que van conformando a la persona que somos, nuestro pasado es nuestro cada día que se va, dejando nuevas experiencias y más motivos para seguir, para vivir el presente y alimentar el futuro.
Todo el mundo debe ser escuchado, sería tan fácil si nos metiéramos un rato en la piel del otro para entender que somos diferentes.
Toda situación tiene un pasado que condiciona, que pasa con los suicidas? Se habrán cansado de soñar? Él la dejo porque no la quería o porque no sabía cómo hacerlo? Y cuando una persona roba…, realmente son lacras o son personas desesperadas que buscan cómo sobrevivir? Es fácil opinar desde afuera, somos una sociedad de millones de personas completamente diferentes, con historias y vidas diferentes. TODOS MERECEMOS UNA OPORTUNIDAD, todos y cada uno de nosotros debería ser escuchado… que hay con el asaltado, y si esa era la única plata con la que contaba para alimentar a su familia? El ser humano es egoísta por naturaleza, es fácil pensar en uno y seguir hacia delante.
Nos lamentamos por el pasado y cometemos los mismos errores, una y otra vez, como si todo fuera un círculo vicioso. Nos olvidamos que la historia podría cambiar, nos olvidamos de mirar hacia el costado e intentar ser un poquito mejor cada día, nada importa, chocamos a las personas, miramos con indiferencias y si es que no putiamos, seguimos. Importa satisfacer nuestros deseos al nivel de consecuencia que sea contra quién o lo que sea.
Vivimos en silencio, hablamos por hablar y pensamos mal del otro, sin saber realmente quién es “el otro”. Envidia, ego, malas intenciones rigen en el mundo… ¿Quién sino cada uno de nosotros para cambiar esta historia? Que en diferentes situaciones, lugares, espacios y tiempo sigue repitiéndose. Conciencia, moral y con mirar debes en cuando por la ventana, cambiaría la manera de percibir las cosas y nos sentiríamos mejor con uno mismo.
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