Caer fue lo más soberbio que la vida te pudo dar. En la calle encontraste las razones para parar. Se fue despertando el alma, volviste a escuchar. La vida es un sueño. Cada vez que te puedo ver, te pido que no te dejes porque no me quiero perder. Cada vez que en el espejo estas, esta cara es la que ladra y la tuya la que tiene que escuchar. Te fuiste sintiendo vivo haciendo “creo” pudiste aceptar que todo pasa por algo y que de la nada se puede escapar. A donde fuiste, yo estuve. Maldades de lo imposible, siguen tejiendo trapos sin entender que frente al espejo se cae la careta, se acaba el poder.
 
 
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