miércoles, 23 de febrero de 2011



Yo no venía de ningún país, tú ibas camino de cualquier lugar; conmigo no contaba el porvenir, de ti no se acordaba el verbo "amar". Yo no jugaba para no perder, tú hacias trampas para no ganar; yo no rezaba para no creer, tú no besabas para no soñar. Y sin equívocos de vodevil ni alertas rojas en el corazón el Dios de la tormenta quiso abrir la caja de los truenos y tronó, porque quiso el cielo acariciar el suelo con su gota a gota y con champú de arena para tu melena de muñeca rota. Qué disparate de partida de ajedrez con un partenaire adicta al jaque mate. Locos por naufragar salieron a bailar al ritmo de la lluvia sobre las capotas el rocanrol de los idiotas.

1 comentario:

Laura dijo...

Una de sus canciones mas hermosas sin dudas!!!